Con motivo de la reciente detención de un ciberdepredador reincidente, repasamos el fenómeno del grooming, un delito que afecta la seguridad de nuestros hijos en Internet y que todo padre debe conocer. Consiste en el acoso de un adulto hacia un menor a través de las nuevas tecnologías (sobre todo chats, redes sociales, o foros) para propiciar un abuso sexual, pero ¿por qué se produce?, ¿qué riesgos tiene?, ¿cómo evitarlo y cómo prevenirlo?…
¿Qué es el Grooming?
El acoso de un adulto hacia un menor a través de las nuevas tecnologías (sobre todo a través de chats, redes sociales, o foros) para propiciar un abuso sexual. Los adultos que realizan esta práctica, llamados groomers, se hacen pasar por menores para poder contactar con ellos, ganarse su confianza, y lograr que le envíen fotos o vídeos comprometidos: con desnudos o actitudes sexuales explícitas, con las que luego chantajeará online a la víctima para conseguir un abuso en la realidad. El groomer se convertirá en pederasta cuando consiga abusar sexualmente del menor.El medio más habitual con los que se puede iniciar el grooming es a través de chats, foros, o en redes sociales.
¿Por qué se produce?
El daño que el groomer infiere al niño tiene una dimensión moral: la ausencia total de empatía, sin sentimiento de culpa, baja autoestima, necesidad de ser aceptado, inmadurez social, visión distorsionada de la realidad, obsesión, desajustes de la personalidad, etc.
Debido a su inseguridad personal y al desprecio a los derechos individuales de los demás, la relación con el menor le hace sentirse poderoso y más seguro que en las relaciones con los adultos. Además, su falta de empatía le impide hacerse cargo del sufrimiento de la víctima.
¿Qué riesgos tiene?
Riesgos psicológicos, físicos y de autoestima en los menores.
¿Cómo evitarlo?
Educación en medidas de autoprotección en el uso de las TIC, aumentando el conocimiento de las herramientas y de sus posibles riesgos.
No proporcionar públicamente información personal.
No enviar fotos a desconocidos.
Intentar validar la identidad del contacto que quiere agregarse como «amigo» en las Redes Sociales.
No conectar la webcam con desconocidos.
Pautas de prevención:
Usar un nombre ficticio y una fotografía de algún personaje de ficción para los perfiles de tu hijo en las redes sociales. Enséñale a no compartir información personal en la Red y a crearse contraseñas fuertes.
No agregar como «amigos» en las redes sociales a personas que no conozca.
Guardar las pruebas cuando el acoso persista (duplicado de pantalla, mensajes del chat, conversaciones de WhatsApp, SMS, emails, etc.) ya que serán necesarias para presentar posteriormente una denuncia.
¿Qué podemos hacer los padres?
La responsabilidad en la educación de los hijos es nuestra, de los padres, tanto la educación en valores, como la educación sobre el uso de las nuevas tecnologías: tu hijo estará preparado para usar Internet sólo o tener perfil en Facebook, cuando sea capaz de asumir las consecuencias de su uso, es decir, cuando esté preparado para auto protegerse y buscar soluciones, por sí mismo o acudiendo a un adulto responsable, en caso de problemas.
¿Sabes indicarle a tu hijo pautas de autoprotección en Internet contra los ciberpredadores? Estas pautas pueden ayudarte:
La primera barrera de autoprotección que puedes enseñar a tu hijo es a proteger su privacidad.
Anímale a usar un nombre ficticio y una fotografía de algún personaje de ficción para los perfiles que tenga en las redes sociales.
Enséñale a no compartir ninguna información personal en la Red, a crearse contraseñas robustas y a no compartirlas, ni siquiera con su mejor amigo.
Si en la vida real le has enseñado a no hablar con desconocidos, no subirse al coche de nadie que no conozca y a no abrir la puerta de casa a extraños, las mismas reglas sirven para Internet.
Cada vez que acompañas a tu hijo en sus paseos por Internet, tienes la oportunidad de enseñarle buenos hábitos en el uso de los chats y las Redes Sociales.