Si finalmente el asesinato de la viuda de Vicente Sala llega a juicio, la batalla que librarán la defensa de Miguel López -único sospechoso de haberle dado dos tiros en lavadero de Novocar el 9 de diciembre de 2016- y la acusación particular ejercida por el primogénito de la fallecida será épica. De hecho, ambos abogados ya están dando muestras de ello. El adelanto de lo que será un hipotético encuentro futuro ante un tribunal del jurado se está viviendo ahora, en el último tramo de una fase de instrucción que parece no tener fin.

Las espadas están en alto y cualquier detalle por ínfimo que sea se ha sometido a estudio.

Es el caso de los informes forenses sobre la muerte de Mari Carmen Martínez. El pasado día 15, el letrado que defiende a Miguel, Javier Sánchez-Vera, presentó un dossier a propósito de la autopsia (confeccionado a partir de las fotografías) y que fue elaborado por la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid a petición suya. Las conclusiones sembraban dudas sobre las horas establecidas por la Policía. Por eso, el letrado solicitó un ‘careo’ entre forenses que el juez denegó.

El juzgado espera ahora el informe de la acusación particular ejercida por Vicente Sala y que comanda el letrado Francisco Ruiz Marco. Esta parte también quiso elaborar su propio dossier para poner sus propio criterio ante la mesa del magistrado José Luis de la Fuente. Todavía no ha hecho entrega de este documento pero lo hará en breve. Las conclusiones de ambos trabajos parten de una misma base: la hora en la que se certificó la muerte, entre las 19 y las 19.05 horas.Los peritos contratados por la defensa de Miguel han indicado que el tiempo de supervivencia máximo de una persona tras recibir esos disparos en la cabeza es, como máximo de diez minutos; unos argumentos que alejan a Miguel del escenario del crimen.

Habrá que ver qué dice el informe de la acusación particular. También ambos letrados han mostrado sus discrepancias sobre el análisis del teléfono móvil de la fallecida. Dos peritos contratados por la defensa sacaron a la luz que la última conexión de Whatsapp que aparecía registrada en su dispositivo fue a las 18.55. Unas conclusiones que motivaron un contrainforme de la acusación particular ejercida por Vicente Sala quien tras estudiar el dossier resolvió que la aplicación se activó de manera automática. La defensa, por su parte, sostuvo que fue la propia María del Carmen la que pulsó el WhatsApp.

Para terminar del rizar el rizo, el letrado de Vicente Sala hijo recordó que a esa hora, las 18.55, Emergencias recibió la llamada de que María del Carmen estaba ensangrentada en el lavadero y que, por tanto, no podía estar consultando su WhatsApp. Ambos letrados están sentando las bases con la vista puesta a un posible juicio que la defensa intentará que no llegue, pues tiene previsto pedir el sobreseimiento.

 

Fuente: elmundo